Mi recomendación: desde la cuna hasta los 36 meses
Si, como a mí, te gustan los animales y te gustaría tratar de despertar esta pasión en tus hij@s, además de que se conviertan en amantes de la naturaleza, creo que te gustará el cuento que os traigo hoy.
Se trata de un formato con buen tamaño para ser manejado por manos pequeñas, con la gran ventaja de que sus páginas son de cartoné resistente.
En los estantes de la habitación de Bubi abundan los libros con imágenes reales de animales. Está claro que los gustos y aficiones de los adultos influyen en los cuentos y juguetes que se ofrecen a los niños y, en este caso, lo reconozco, me declaro culpable...jejeje.
Los animales y los niños han sido mis dos grandes pasiones desde que tengo uso de conciencia. De hecho durante toda mi infancia me debatí entre convertirme en maestra o en veterinaria. Finalmente mi mayor habilidad para las letras que para las ciencias inclinaron la balanza hacia la educación y, a día de hoy, estoy convencida de haber acertado.
Pero esto no quiere decir que haya abandonado mi otra gran pasión. El amor hacia la naturaleza y especialmente hacia los animales me parece un valor importante y necesario hoy en día. Me encanta esa frase que dice "No te preocupes por el mundo que le dejarás a tus hijos, sino por los hijos que le dejas al mundo".
Por todo ello trato de acercar a Bubi al mundo animal de todas las formas que se me ocurre. Y una de ellas, como no, son los cuentos.
Éste me lo llevé a casa durante el embarazo en cuanto lo vi en la librería. Me parece un acierto que sea un cuento pensado para bebés y, por lo que yo conozco, no hay muchos de este estilo.
Imágenes reales (más de 80) de muchas especies diferentes. Y esto es precisamente una de las cosas que más me gusta, la variedad de animales que presenta, muchos de los cuales me consta que algunos adultos no conocen su nombre. Estoy segura de que muchos no reconoceríamos una marmota, una mangosta o un tejón aunque los tuviéramos delante. Y que otros muchos no distiguiríamos un ciervo de un rebeco, un gamo o un corzo, aunque nos fuera la vida en ello.
El mundo animal es increíble, es la primera lección de diversidad que podemos ofrecer a nuestros hijos y este cuento es una buena forma de empezar.
A pesar de que en la portada figura "A partir de 18 meses", yo lo he usado desde el principio y a Bubi le gusta mucho. Sólo hago hincapié en las imágenes a página completa o en las que veo que él se fija, de forma que a medida que vayan pasando los meses iremos prestando atención también a las imágenes de menor tamaño y, más adelante, comenzaremos a leer los textos que aportan breves informaciones sobre algunos de los animales.
Confío en que se convierta en uno de esos "imprescindibles" para él, uno de esos que elija llevarse a los viajes o a los restaurantes para entretenerse, uno de esos que le suscite preguntas que nos lleven a buscar en otros libros cómo son esas crías cuando crecen, qué comen, dónde viven...
A mí me encanta hojearlo una y otra vez... y ya se sabe que las pasiones se contagian...
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