"Garbancito"

Editorial: Kalandraka
Autor: Olalla González
Mi recomendación: de 18 a 36 meses

Uno de esos clásicos reinventados por Kalandraka que hace disfrutar por igual a mayores y pequeños. ¿Quién no recuerda el famoso "Pachín, pachán, pachón, mucho cuidado con lo que hacéis.." (seguro que ya estás tarareándolo...jeje).

Quizás lo primero que llama la atención de este cuento son sus ilustraciones. Dibujos planos y personajes creados a partir de formas geométricas. Un Garbancito que los prelectores creen que es un payaso al ver la portada...
Decididamente las ilustraciones confieren a este libro una personalidad propia. Convierten el clásico a una estética moderna cargada de simplicidad y un tanto minimalista.

Garbancito va a la tienda, como ha ido tantas y tantas veces desde que existe este cuento, y compra el azafrán para su madre. Dispuesto a ayudar sale de casa llevando en la cesta la comida para su padre que está en el trabajo.
Pero un inesperado chaparrón sorprende a Garbancito por el camino y tiene que cobijarse bajo unas coles.

No parece ser su día de suerte... Un enorme y hambriento buey devora todas las coles, incluso bajo la que estaba atechado el pequeño y, con la col, se traga también a Garbancito.

La siguiente parte aún la recuerdo contada por mi padre cuando yo era una niña: los papás de Garbancito salieron en su búsqueda y lo llamaban gritando "¡Garbancitooooo! ¿Dónde estás? " Y tras varios intentos sin respuesta, finalmente se oyó una vocecita que decía: "En la barriga del buey que se mueveee , donde no truena ni llueveee" Ojalá dentro de treinta años Bubi recuerde con tanto cariño alguno de los cuentos con los que nos divertimos juntos.

Es en este momento cuando llega el verdadero problema: ¿cómo sacar al pequeño de la barriga del buey?
Deciden sacarlo por la "vía tradicional",  así que comienzan a darle al buey coles y más coles hasta que las tripas se le empiezan a retorcer y, entonces... Sólo os diré que Garbancito sale de la barriga del animal. Cómo y por dónde debéis adivinarlo vosotros...jijiji.

Las risas están aseguradas con este final, así como la repetición de la canción: "¡Pachín, pachán, pachón, mucho cuidado con lo que hacéis... "

¿Recuerdas este cuento de cuando eras pequeñ@? ¿Quién te lo contaba?